Donde el tiempo se detiene…

Hoy tuve la no-tan-grata experiencia de asistir al funeral del abuelo de unos viejos amigos de la familia.
Para mi sorpresa, ahí estaban varias personas que en algún momento formaron parte importante de mi infancia.

Fue interesante verlos y hablar con ellos, y al mismo tiempo recordar muchas ocasiones en las que me encontré, mucho más pequeño, en la misma situación. Más interesante aún fue verlos y darme cuenta que la mayoría de ellos no ha cambiado, como si en ellos, en su lugar, el tiempo se hubiera detenido.

Mientras veía las mútiples condolencias ofrecidas a la familia, pensaba en cómo mi mundo había cambiado tanto en los cerca de 5 años desde la última vez que los vi, y el de ellos parecía estático, casi inerte.

Terminé la noche despidiéndome de cada uno de ellos, y pensando en el camino a casa hasta dónde me llevará el tiempo. A veces quisiera que el tiempo se detuviera, otras veces, como hoy, me encuentro atrapado entre el pasado inerte y el futuro que golpea con fuerza.