Luego de más de una semana desde mi última entrada, te actualizo un poco con lo que ha estado pasando en mi vida. Tengo muchas historias que contar, pero voy a tratar de hacerlo lo más breve posible.
Este día regresé a mi casa luego de una semana en Ciudad de Guatemala. El propósito principal de este viaje, compartir con muchas personas en Ciudad de Guatemala la experiencia más radical y profunda de mi vida, conocer a Jesúcristo como mi salvador. Aproximadamente 5 veces al año, un grupo grande de personas nos tomamos el tiempo para ir por una semana a uno de los países donde la iglesia a la que asisto está trabajando, esta vez fue Ciudad de Guatemala.
Desde el día Lunes, alrededor de 180 niños entre los 0 y los 12 años asistieron a algo que llamamos Escuela Bíblica de Vacaciones (EBDV), en la que he trabajado acá en El Salvador durante los últimos 4 años. Este año, la experiencia fue un poco más peculiar, ya que el evento fue dirigido casi en su totalidad por un grupo de norteamericanos que llegaron especialmente preparados para la tarea. Nuestro papel era casi puramente logístico. Mantener todo en órden, todo preparado, traducir para ellos, y en mi caso, encargarme de la multimedia y los audiovisuales.
No tengo palabras para explicar todo lo que pasó en ese lugar, escuchar a los niños balbusear emocionados cada una de las canciones en inglés, y verlos aprender con tanto empeño versículos en inglés y español es algo que emociona a cualquiera.
Luego, cada tarde, después de un tiempo para almorzar entre amigos y descansar, emprendíamos el viaje hacia cada una de las diferentes colonias donde hablabamos con las personas en sus casas y luego las invitabamos a una película en uno de los lugares más transitados de la colonia, donde quienes observaban la película eran enfrentados con su realidad espiritual y al final tomaban una decisión en cuanto a su eternidad.
En el transcurso de la semana pude reforzar muchas amistades de años, y atar lazos nuevos con personas que recién conocí. La verdad es que aun no puedo explicar ese lazo que une en amistad a personas tan diferentes, pero que tienen pasión por una misma cosa: Jesús. Y puedo decir libremente que he aprendido mucho de cada una de ellas, y que cada experiencia junto a ellos es algo que se quedará conmigo para siempre.
Pensar en esta semana fuera de mi país, de mi comodidad, de lo que estoy acostumbrado, me hace recordar algo que enseñaba Nelson (Checho), pastor de la iglesia en Guatemala, esta mañana mientras alrededor de 65 personas que visitaban la iglesia por primera vez escuchaban, de como Jesús trascendió todas las fronteras puestas por el hombre: fronteras astronómicas (del cielo a la tierra), fronteras geográficas (Por todo Israel), fronteras Raciales (De los Judíos a los Gentiles), fronteras de prejuicio (De enfermos a publicanos), fronteras sociales (De Ricos a Pobres), para llevarnos su amor y su salvación a través de su sacrificio.
Saber que lo que pasó esta semana en Ciudad de Guatemala se asemeja, aún en una proporción que parecería ridícula, con lo que Jesús hizo por nosotros, hace que toda esta semana valga la pena.
Creo que hoy me extendí mucho. Creo que continuaré con más historias más adelante.
Por cierto, después del salto te dejo con algunos videos sobre lo que estuvo suciediendo en EBDV.
Gracias por leerme,
G. Read More »